El joven de los ríos.
Todos los personajes que aparecen en este fanfiction son obra de George R.R. Martin.
Edmure Tully se paseaba inquieto por los salones de Aguasdulces, cada vez más preocupado por el estado de su padre, y agobiado por las opiniones de sus señores vasallos.
-Lord Tywin no se atrevería a saquear las tierras de los Ríos -proseguía Jonos Bracken, incansable -.Ser Edmure, el Rey Robert no lo permitiría, no hemos hecho nada fuera de la ley.
-Lord Tywin sabe que Catelyn Stark ha apresado al Gnomo, Tyrion, su hijo, y lo considerará una afrenta -.Se opuso Tytos Blackwood, como siempre en contra de todo lo que dijese Bracken.
La discusión proseguía cuando un paje irrumpió en la sala, cruzándola rapidamente hasta donde estaba Edmure, y le entregó un mensaje.
-Ha llegado hace unos minutos, ser, lo ha traído un cuervo de Desembarco del Rey.
Todos los vasallos de Aguasdulces presentes guardaron silencio mientras Edmure leía la carta y su rostro se ponía blanco como la tiza.
-Mis señores -anunció -.Robert Baratheon ha muerto, su hijo Joffrey gobierna en Desembarco del Rey, y Lord Stark está acusado de traición.
Apenas hubo pronunciado estas palabras, Lord Mallister, Lord Bracken, Lord Blackwood, Lord Piper, Lord Mooton, Lord Paege y Lord Vance empezaron a discutir otra vez. Edmure se sentía demasiado cansado como para pedir silencio, así que esperó a que cesara el griterío.
Ya habían pasado tres días desde que la enfermedad de su padre se agravara hasta el punto de que no pudiera salir de la cama, el maestre lo visitaba cada hora, y procuraba atenderlo de la mejor mandera posible, pero su padre cada vez estaba más débil, y Edmure no quería ni imaginarse lo que podría pasar.
Las cosas cada vez se complicaban más, pues habían recibido la noticia de que Catelyn, su querida hermana mayor, había apresado a Tyrion Lannister y lo habían llevado al Nido de Águilas. Esta noticia había sido confirmada nuevamente por su tío Brynden, al servicio de Lysa en El Valle. Y apenas Cat había apresado al Gnomo, se habían enterado de que las aldeas de las Tierras de los Ríos estaban siendo saqueadas, los hombres asesinados y las mujeres violadas. Edmure había enviado a Karyl Vance y a Raymun Darry a informar de ello al Rey, y sus últimas noticias indicaban que se dirigían hacia las Tierras de Occidente al mando de un tal Lord Beric Dondarrion para detener a Gregor Clegane, la montaña. Horas después recibían informes preocupantes de que Jaime Lannister reunía un ejército en el Colmillo Dorado, con intenciones todavía desconocidas, Edmure había escrito a Tywin Lannister esperando una explicación, pero ningún cuervo había llegado de Roca Casterly, de manera que Edmure había llamado a los banderizos de los Tully, y estos se habían presentado en Aguasdulces, todos excepto Raymun Darry, que se encontraba con Beric Dondarrion, Norbert Vance de Atranta (otro señor apellidado Vance), imposibilitado debido a su ceguera, y Walder Frey, que no había respondido a la llamada de Edmure y se encontraba en Los Gemelos. Edmure detestaba a ese vejestorio.
Edmure volvió a leer la carta, pensando que diría Cat cuando se enterara del apresamiento de Ned, Edmure solo había tratado con Stark una ocasión, y a pesar de su frialdad, le había caído bien, además de parecerle una persona honorable, dudaba mucho que hubiese traicionado a Robert, pues habían sido inseparables durante muchos años. Pero lo más inquietante de la carta era que se pedía a su padre, Lord Hoster Tully, que se presentara en Desembarco del Rey a jurar lealtad a Jofrrey, dicho de otra manera, jurar fidelidad a los Lannister. Edmure no pensaba doblar la rodilla frente a aquellos que estaba asaltando las aldeas del Tridente y masacrando a sus súbditos.
-Lord Blackwood, Lord Bracken, Lord Mallister y Lord Mooton, quiero que volvaís a vuestros castillos y defendaís las Tierras de los Ríos.
-¿ Y qué pretendeís hacer vos, Ser Edmure? -preguntó Jonos Bracken.
-Lord Vance, Lord Piper y yo marcharemos con el grueso de nuestras fuerzas hacia el Colmillo Dorado, no voy a quedarme aquí esperando que los Lannister me ataquen, tomaré la iniciativa.
Pero, mi señor -dijo Lord Jason, preocupado -.Es una imprudencia, no estaís preparado para enfrentaros a los Lannister vos solo. Además, sería cometer un acto de traición.
-¿Y qué sugerís que hagamos, Lord Jason, esperar tranquilamente a que vengan y ataquen Aguasdulces?, no tenemos alternativa, mi padre está demasiado enfermo, por lo que iré yo en su lugar.
-Es una locura -añadió Blackwood -. El ejército del Matarreyes es mucho mayor que las fuerzas que vais a mandar vos.
Por una vez, Bracken estuvo de acuerdo con Blackwood e insistió en defender las Tierras de los Ríos en vez de atacar y luchar a campo abierto.
Edmure se hartó de tantas explicaciones y de tantas pegas y se marchó de la sala sin mediar palabra.
Cruzó casi todo el castillo, hasta llegar a las estancias de su padre, al entrar, sintió pena. Lord Tully, en su juventud, había sido fuerte y vigoroso, pero ahora era frágil como el cristal y anciano, muy anciano.
Edmure se sentó al borde de la cama de su padre, y le cogió la mano fuertemente.
-Padre.
Lord Hoster abrió unos ojos antaño de un azul muy vivo, pero que ahora eran vidriosos.
-Hijo mío -.Dijo, articulando con dolor cada palabra -el maestre me ha puesto al corriente de la situación, no...no debes...ir...los Lannister...
-Debo ir Padre, no tengo otra alternativa, por nuestro pueblo, por el reino, por Ned Stark, por Cat, pot Lysa...Debo ir.
-¡He dicho que no, no puedes! -dijo su padre mostrando un atisbo de su antigua energía -.Si te mataran, no podría soportarlo, eres mi único hijo varón, mi heredero, tu lugar está aquí.
Edmure sintió que la pena lo invadía, pero el debía hacer lo que creía correcto, abandono la habitación, no sin antes añadir.
-Lo siento, Padre.
Edmure regresó al salón donde se encontraban sus señores vasallos.
-Mis señores, lo siento, no he debido irme.
Por algún motivo extraño, los rostros de los banderizos de Aguasdulces estaban demasiado sombrío, y Edmure no creía que fuera por su repentina salida de la sala.
-¿Ocurre algo? -preguntó, temerosos de oir la respuesta.
-Hemos recibido un cuervo del Pez Negro, Ser Brynden. -dijo Lord Clement Piper
-¿Mi tío ha enviado un cuervo desde el Valle de Arryn? -quiso saber Edmure.
-No, el cuervo procedía de Puerto Blanco, en el Norte -puntualizó Bracken.
-¿Y qué hace mi tío en Puerto Blanco?.
-Al parecer -dijo Lord Mooton -No sois el único empeñado en atacar a los Lannister, Robb Stark ha convocado a los banderizos del Norte y está cerca de Foso Cailin, Ser Brynden escribe que avanza para reunirse con ellos, y vuestra hermana le acompaña.
Edmure no se habría sorprendido más aunque Mooton le hubiese dicho que Rhaegar Targaryen se había levantado de entre los muertos, pero procuró mantener la calma.
-Puedo entender al chico, pero Robb es solo un crío, por mucho que desee liberar a su padre. El solo no tendrá oportunidad.
-No -dijo Lord Jason -.Pero tal vez la tenga si nosotros le ayudamos, Ser Edmure, confiaremos en vos y os apoyaremos como señor de Aguasdulces mientras vuestro padre este enfermo.
Edmure sintió una profunda gratitud hacia sus señores vasallos, pero como señor, guardó sus formas.
Una hora después, la trucha de los Tully, el corcel de los Bracken, el árbol con cuervos de Blackwood, las serpientes enroscadas de los Paege, el águila de Mallister y muchos más estandartes ondeaban al viento, mientras Edmure y sus ocho mil hombres se dirigían al Occidente, con la intención de poner fin a la tiranía de los Lannister, y devolver la paz a las Tierras de los Ríos.
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